viernes, 1 de marzo de 2013

De estrella a luciernaga


Una vez creí que una estrella había descendido a danzar en el campo.

- "¡Es una estrella! Y ha venido a danzar en mi campo, a iluminar la noche". Me dije a mi mismo.

Me acerque a la estrella y dance con ella, hablamos sin mirarnos al rostro. Yo no podía ver su rostro, lo tenia escondido en su luz.

- "¡Te ofrezco mi amistad!. ¡Quédate con migo, y muéstrame tu rostro, que ya el mío está expuesto para ti!" Le dije.

- "¡Si, claro! Seré tu amiga, pero no me pidas que te muestre mi rostro. Bastara con que vea el tuyo".

Y goce con la estrella y su luz. ¡Como iluminaba la noche, mi noche esa estrella!


El amanecer fue abriendo paso a la claridad del día. Y que sorpresa cuando los primeros rayos fueron a caer sobre la estrella. Resulto ser una luciérnaga. ¡Que falaces pueden ser las luciérnagas!

Le dije: "¡Eres una luciérnaga! No importa, igual quiero ser tu amigo…"

CAS

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