En este pequeño pueblo, al norte de Roma, se encuentra uno de los milagros Eucarísticos. Se trata del corporal que recibió las gotas de sangre que cayeron de la hostia transformada en Cuerpo del Señor.
En el año 1264 el Padre Pedro de Praga, dudaba que al celebrar la Eucaristía el vino y la hostia se convirtieran en el Cuerpo y la Sangre de Cristo (Transustanciación). Decidió ir en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte. Mientras regresaba de Roma a su cuidad, celebró la Eucaristía en la cripta de Santa Cristina en Bolsena y Dios se le manifestó de manera milagrosa la Sagrada Hostia sangró llenando el Corporal de la Preciosa Sangre.
La noticia del milagro llegó pronto al Papa Urbano IV, que se encontraba en Orvieto, quien hizo traer el corporal y, al constatar los hechos, instituyó la Solemnidad de Corpus Christi y encargo a Santo Tomas de Aquino la preparación de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y la creación de cantos e himnos para celebrar a Cristo Eucaristía.
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